sábado, 5 de septiembre de 2020

Instrucciones para vivir en México: La estafa de Amway y la guerra de llamadas

 

Todo mexicano sabe que para vivir bien te tienes que ganar la lotería del nacimiento. Salir adelante es difícil, los títulos y las credenciales sirven de poco y somos más los que vivimos al día (de ayer) que los que pueden despreocuparse por el dinero.

De ahí hay dos caminos. Hay quienes trabajan duro, se les alinean los chakras con los planetas y pueden, como se dice, vivir bien. La otra ruta para lograr el éxito  tiene que ver con el tan usado dicho: quien no tranza no avanza.

La que escribe es una tonta que no sabe decir que no y ese es el origen de mi desgracia, de muchas. El actual predicamento surge de una demostración y el posterior interés de usar limpiadores de casa premium más allá de lo que puedo comprar. Pero un desinfectante que cuesta 300 pesos suena mejor con un 30% de descuento (amo las ofertas) y dije: me inscribo a su multinivel, total ¿qué puede salir mal?

Resulta que muchas cosas. Aca cuento una de ellas:

Amway es un culto comercial que promete que con el trabajo de 2 o 3 años puedes obtener libertad, retirarte, lograr lo que te propongas y vivir tus sueños sin preocuparte por el dinero. ¿Es eso posible? NO (solo pidan estadísticas de éxito a quienes los invitan).

Lo que lo hace un culto es que básicamente te piden que no los cuestiones y sigas sus enseñanzas sin cuestionarlas. Lo que llaman "educación" es meramente un lavado de cerebro te pinta un mundo de caramelo donde quienes se oponen a ti, sean padres, amigos, vecinos, son un obstáculo para tu libertad financiera (palabra favorita junto con cracks, diamantes, genios y vamos a romperla) y por ende, tus sueños, por lo que debes alejarte inmediatamente. Audios, videos y libros te hablan de las maravillas del multinivel, disfrazado de redes comerciales "solidarias" donde todos ganamos, lo que no dicen es que los que están arriba ganan del esfuerzo de los de abajo (la mayoría solo gana poco e incluso pierde en este tipo de negocios).

Eso de que es un trabajo donde no haces nada es una mentira, a cada rato mandan links de conferencias y videollamadas a las 9 de la noche, donde en un trabajo normal ya estarías descansando. Citas, demostraciones y hacer contactos son cosas que tienes que hacer todos los días si quieres ser un "profesional del proyecto", porque lo estamos tomando en serio.

Y de eso se trataba la reunión de este fatídico sábado, agendar citas. Harta de las insistentes invitaciones y sin más excusas que poner para rechazarlas (desde el familiar de estados unidos que vino de visita hasta un diplomado que no existe), decidí aceptar ir a una reunión y ya. La promesa era que podría desplazar el producto acumulado por la "inversión inicial" y también para no quedar mal con mis tíos que fueron quienes me invitaron.

Llegué yo, después de una serie de contratiempos (ir, que no funcionara el timbre, regresar a mi casa aliviada de que se canceló, recibir una llamada de por qué no había llegado y que vinieran por mi) con el espíritu bajo, dispuesta a salirme en la primera oportunidad (que se dio 3 horas y media después...).

Estaban los dueños de la línea, una pareja joven que corre de un lado para el otro, quienes se presentaron y me preguntaron por mi (recuerden: tanta amabilidad solo puede deberse a que quieren algo de ustedes). Les hablé de mis sueños en la academia y me pusieron el ejemplo del tío que es super investigador pero que el pobre no tiene tiempo para nada, tristemente a pesar de todos sus logros vive infeliz y sin satisfacción porque se la pasa en el trabajo, porque obviamente lo que todos queremos en la vida es tiempo para poder lograr lo que queremos, el dinero compra todos los sueños. Y por eso el dichoso tío ya estaba más que listo para meterse al "proyecto".

Aunque hablan de seriedad y profesionalismo, pasé un buen rato aburrida, viendo como trataban de organizarse, tanto que hasta pedí la contraseña del wifi. Unos 40 minutos después inicio la dichosa "enseñanza" con una tarea: una lista de mis más allegados conocidos y familiares de una módica cantidad de 20 personas, (solo para iniciar) que, para una introvertida como yo, fue un poco difícil, pero se logró. 

Luego llegó la parte que no me esperaba, una guerra de llamadas por equipo para ver quién podía agendar más citas, ¿el premio?, un flamante futuro con libertad financiera donde se pueden lograr todos tus sueños. 

Por supuesto que entré en pánico, más allá de mi propia ética, el que tranza a sus amigos se queda solo y son pocos y muy valiosos los que tengo como permitirme eso. Y pueden pensar, ¿qué tiene de malo ofrecer jabón para trastes? pues nada, pero lo que se ofrece es otra cosa, he aquí el guión con el que se basaron para realizar todas las llamadas:

Amigo, familiar, amante, conocido de la prepa: te platico que estoy trabajando con un amigo (una empresa multinivel que lleva más de 50 años en el mercado) que lleva el desarrollo de una app (tiene una app chafita de venta sorprendentemente con muchas fallas), es similar a Amazon, pero lo que se compran son cosas de canasta básica (en realidad solo jabones y maquillaje, a precios caros y que no los engañen, solo son fabricados por la misma empresa aunque tengan diferentes nombres las marcas). 

Por todo esto de la cuarentena creció el consumo online y se armó un equipo de trabajo (metí a gente en mi multinivel), así es como me incorpore (yo también caí). Yo pienso que podrías embonar en esto, pero sería cosa de que lo chequemos (quiero desesperadamente que te unas para que gane de ti, pero tengo que actuar como si no me interesara). 

¿Cómo ves si nos reunimos, o hacemos una videollamada?, para que te explique bien cómo es esto, y ya vamos viendo si te puedes sumar (y ya haré todo lo posible para lavarte el cerebro).

Al final no pude llamar a un amigo/conocido, aparte de que no tenía crédito. Un poco humillada me senté a ver cómo los demás concretaban esas citas donde se presentaba una vieja forma de estafa disfrazada en una nueva forma de consumo. Me sentí apenada, ¿acaso no quiero lograr mis sueños? ¿no puedo trabajar duro y luego dormir?, pero ese es el culto hablando, las doctrinas que si cuestionas pierden su lógica, las matemáticas que si rectificas están mal hechas, las ganancias que seguramente serán pérdidas. 

Amway, y cualquier otro multinivel, no es un trabajo fácil, no es el camino a la libertad financiera, pero si te lleva a perder dinero, a arruinar tus amistades, a pensar solo en dinero. Imaginense que mi primo ya perdió amigos en dos meses de estar en el negocio, pero no lo ve como algo malo, sino como enemigos que no quieren que gane. En fin.

Por no llamar a nadie (es más difícil que te rechacen en una llamada) de castigo tengo que leer un libro y llenarme la cabeza de audios adoctrinantes para creer en la visión del negocios y que cambie mi paradigma.

Finalmente, después de un rato sentada y hambrienta, pude regresar a mi casa y reír un poco con mis amigos sobre las cosas que pasaron, y aún tengo mucho más que contar... pero tengo que ir a limpiar con el multiusos de $400 pesos que la deja las ventanas bien limpias, evitando la tarea que me dejaron. Total, no hay mejor motivador para limpiar que la procrastinación.

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