1917
Sam Mendes
Guión: Krysty Wilson-Cairns
Guión: Krysty Wilson-Cairns
Estreno: Diciembre 2019
119 minutos
(Contiene violencia, tortura y muerte, si eres sensible a estos temas, no recomiendo esta obra).
Sinopsis
En la cúspide de la Primera Guerra Mundial, a dos jóvenes soldados británicos, Schofield y Blake, se les ordena una misión que parece imposible. En una carrera contra el tiempo, deben cruzar el territorio enemigo y entregar un mensaje que pararía un ataque letal a cientos de soldados- el hermano de Blake entre ellos.
Si no contamos mi reseña fangirl de Civil Wars, no me he atrevido a hablar sobre cine... y no es porque crea que deba llenar ciertas cualificaciones, sino por mi historia personal con este tipo de arte... Mi veneno de elección son los libros, pero poco a poco he estado metiendome en el mundo del séptimo arte.
Siendo sinceros, lo que me interesó al escuchar sobre 1917 fue lo que supongo que a todos nos sorprendió, un plano secuencia de 2 horas que nos lleva con los personajes, viviendo, a la Ulises, un día de sus vidas pero en medio de una guerra que no sabían que ganarían.
Sin embargo, creo que es un gran error ver esta película con esas expectativas, y, no me lo tomen a mal, yo entiendo la dificultad de hacer algo así, los meses de planeación, los detalles que tuvieron que estudiarse hasta lo más minúsculo, especialmente en vista de las diversas explosiones que se muestran, los meses de preparación.
El plano secuencia es un logro que conjunta el arte humano y la tecnología moderna para mostrarnos que hoy todo se puede. Y de verdad está muy bien hecho, me pasé toda la película pensando en dónde estarían los cortes para ir comer y descansar un ratito, el trabajo increíble del de continuidad y edición, los miles de storyboards para realizar algo así...
Y ese fue el problema.
Un plano secuencia con un buen ritmo que te sorprende en lugares pero que jamás te atrapa.
Es la muerte de la narración y el triunfo de la innovación tecnológica.
Un crítico de cine que me gusta mucho mencionó, sin ser sus palabras exactas, que una película para ser buena debe tener varias lecturas. Y es cierto, creo que cualquier obra debe poder leerse una, dos o tres o más veces. Y no me refiero solo al hecho de poder volverla a ver sin aburrirte, esto puede suceder incluso si la viste una vez.
El valor narrativo de una película no solo recae en las frases sino también en ese "guión" visual y auditivo que a través de imágenes y sonidos, nos cuentan algo, algo que va más allá del retrato fiel de un objeto. El cine no es una fotografía de un soldado sentado a la sombra de un árbol, debe ser capaz de trasmitir, con la sutileza de lo implícito, el cansancio en la guerra incluso su desinterés en la misma (por decir una cosa), sus motivaciones, por ejemplo, la hora del día que nos puede mostrar desde algo tan simple como que ya es hora de comer hasta algo más abstracto como sus miedos y secretos. Esa es la magia del cine.
Y he ahí el dilema, si leen la sinopsis de 1917 ya tienes contada la película. Un par de soldados buscan salvar el día y poco más. Hay un retrato bastante simple de los horrores de la guerra, pero no te calan, no te conmueven, no te alegran ni te estremecen. Esta película me dejó indiferente, no me hizo pensar más allá de lo superficial, porque no cuenta algo más de lo que ves retratado fielmente.
Tan es así que la muerte es un objeto que está ahí, uno bastante feo, pero al que finalmente no le tomas importancia. Los buenos son buenos, los malos son malos, no hay matices, no hay un trazo fino, no hay mucha historia. Lo que sí hay es una técnica bien hecha, que creo que merece más que una comparación con los videojuegos, pero finalmente es acción vacía, que no invita a nada, ni a empatizar ni a pensar ni a odiar, no te llega al alma ni te conmueve, te lleva de la mano a un día de guerra más, horrible, pero que termina pasando.
Al final te quedas así, como el personaje principal en la última escena, sentado a la sombra de un árbol dando un suspiro, sabiendo que simplemente terminó un día más, una película más.
Siendo sinceros, lo que me interesó al escuchar sobre 1917 fue lo que supongo que a todos nos sorprendió, un plano secuencia de 2 horas que nos lleva con los personajes, viviendo, a la Ulises, un día de sus vidas pero en medio de una guerra que no sabían que ganarían.
Sin embargo, creo que es un gran error ver esta película con esas expectativas, y, no me lo tomen a mal, yo entiendo la dificultad de hacer algo así, los meses de planeación, los detalles que tuvieron que estudiarse hasta lo más minúsculo, especialmente en vista de las diversas explosiones que se muestran, los meses de preparación.
El plano secuencia es un logro que conjunta el arte humano y la tecnología moderna para mostrarnos que hoy todo se puede. Y de verdad está muy bien hecho, me pasé toda la película pensando en dónde estarían los cortes para ir comer y descansar un ratito, el trabajo increíble del de continuidad y edición, los miles de storyboards para realizar algo así...
Y ese fue el problema.
Un plano secuencia con un buen ritmo que te sorprende en lugares pero que jamás te atrapa.
Es la muerte de la narración y el triunfo de la innovación tecnológica.
Un crítico de cine que me gusta mucho mencionó, sin ser sus palabras exactas, que una película para ser buena debe tener varias lecturas. Y es cierto, creo que cualquier obra debe poder leerse una, dos o tres o más veces. Y no me refiero solo al hecho de poder volverla a ver sin aburrirte, esto puede suceder incluso si la viste una vez.
El valor narrativo de una película no solo recae en las frases sino también en ese "guión" visual y auditivo que a través de imágenes y sonidos, nos cuentan algo, algo que va más allá del retrato fiel de un objeto. El cine no es una fotografía de un soldado sentado a la sombra de un árbol, debe ser capaz de trasmitir, con la sutileza de lo implícito, el cansancio en la guerra incluso su desinterés en la misma (por decir una cosa), sus motivaciones, por ejemplo, la hora del día que nos puede mostrar desde algo tan simple como que ya es hora de comer hasta algo más abstracto como sus miedos y secretos. Esa es la magia del cine.
Y he ahí el dilema, si leen la sinopsis de 1917 ya tienes contada la película. Un par de soldados buscan salvar el día y poco más. Hay un retrato bastante simple de los horrores de la guerra, pero no te calan, no te conmueven, no te alegran ni te estremecen. Esta película me dejó indiferente, no me hizo pensar más allá de lo superficial, porque no cuenta algo más de lo que ves retratado fielmente.
Tan es así que la muerte es un objeto que está ahí, uno bastante feo, pero al que finalmente no le tomas importancia. Los buenos son buenos, los malos son malos, no hay matices, no hay un trazo fino, no hay mucha historia. Lo que sí hay es una técnica bien hecha, que creo que merece más que una comparación con los videojuegos, pero finalmente es acción vacía, que no invita a nada, ni a empatizar ni a pensar ni a odiar, no te llega al alma ni te conmueve, te lleva de la mano a un día de guerra más, horrible, pero que termina pasando.
Al final te quedas así, como el personaje principal en la última escena, sentado a la sombra de un árbol dando un suspiro, sabiendo que simplemente terminó un día más, una película más.
2/5